miércoles, 19 de mayo de 2010

LA CHICA DEL AMOR Graciela Alfano protagonizó infinidad de películas durante la última dictadura militar. Junto a Tato, Porcel, Calabró, los super agentes y los galancitos conquistó cines y revistas.
Cuánto tiempo pasó desde que aquella modelo de rasgos bonitos conquistó la pantalla grande y las revistas de chimentos con pósters desplegables que poblaron los talleres mecánicos y las habitaciones púberes. Eran años en que se codeaba con los grandes del humor en las recordadas películas del Proceso, purificadas de cualquier detonante de pensamiento. Seducía con aires naif y silueta recatada, ostentaba cierto snobismo elegante y se regodeaba de tener a sus pies a cuanto hombre compartiera cartel con ella. Con los años llegó el recato: recomendaba saludar a las tostadas y aseguraba que con Menem se entendía tan sólo con mirarlo a los ojos... Después, el destape. "Yo... Yogur", dijo hacia fines del milenio, enfundada en una mini. Alé. Pachano. Fort. ¿Y ahora, Grace, qué tenés para ofrecer?

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Vieja estupida

Martina Alegre dijo...

por lo meno de joven era hermosa aunque bastante grasa, la soberbia y la estupidez la convirtieron en el engendro imbancable que es hoy...