viernes, 19 de marzo de 2010

WHISCLICK La cámara de fotos polaroid ofreció la instantaneidad del regocijo de ver las imágenes minutos después de haberlas registrado. El bálsamo de los ansiosos.
Eran vetustas y descomunales. Kodak había lanzado una que hasta venía revestida en cuero. Otras fueron más pequeñas. Lo cierto es que las cámaras de fotos instantáneas hicieron furor hacia fines de los setenta y los primeros años de los ochenta. Sacabas la foto y de la base de la cámara salía despedida una placa plástica ennegrecida que con el correr de los segundos dejaba ver siluetas que en breve se convertían en imágenes nítidas, enmarcadas en una especie de paspartout blanco. En mi casa había una porque mi vieja era casi una psicópata de las fotos (exageración). Hoy, conservo una pila de polaroids que me muestran como infante, en diferentes situaciones casuales y posadas. Un gran recuerdo. Casi un adelanto de lo que décadas más tarde ofrecería la foto digital. Los anales del pixel.

2 comentarios:

Kenwood Chef Restore dijo...

Huy me acuerdo, en casa tenian una, justamente como la de la imagen, con los flashes que se le colocaban arriba... todo un adelanto para la epoca, la usaron poco en my family.
saludetes

# dijo...

KENWOOD, VISTE QUE VINTAGE! TODOS CONOCIMOS UNA CREO...

ABRAZO