jueves, 30 de octubre de 2008

Y UN DIA, VOLVIO... El 30 de octubre de 1983, los argentinos retomaron una práctica que parecía olvidada: el voto. Alfonsín triunfó con el 52% y se convirtió en el nuevo presidente de la República.
La democracia había estado sumida en un eterno letargo de represión, muerte, censura y liquidación de la vida. La dictadura había socavado las bases de la libertad y los derechos individuales, instalando el miedo y el rigor como moneda corriente, además de destruir la vida institucional del país. Tras el debilitamiento del Proceso, debido a la derrota en Malvinas, la búsqueda de consenso era inútil. El pueblo se cansó. Fue entonces cuando las urnas vieron la luz. Los argentinos llenaron las plazas en apoyo a sus candidatos, asistieron a la vergüenza del cajón de Herminio Iglesias, se entusiasmaron con la plataforma radical, y tuvieron la posibilidad de elegir; algo que hasta hacía poco era imposible. Y ganó Alfonsín. Aquí está parte de su campaña presidencial.

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