Un verano ochentoso, no era verano sin la diversión absoluta de perseguir y mojar a los demás con el Bombero Loco: amigos, familia, compañeros de colegio, etc.
¿Quién no fue una y otra vez a la canilla para cargarlo y seguir jugando? Era muy de los primeros ochentas. Me acuerdo de ir a la colonia de vacaciones y llevarlo. Casi todos tenían el suyo.
El combo perfecto para disfrutar a full el verano era tener el Bombero Loco y además asegurarse una buena provisión de Bombuchas.
Sin duda, el Bombero Loco representa un ícono de los carnavales de aquellos años.
Lic. ALE LAVALLE
5 comentarios:
Naaaaaaaaa!!!!, quiero UNO YA!!!.
Que buenos veranos, y aguante las bombuchas!... a más de uno le reventé la espalda y más de un vecino le reclamó a mi vieja el pago del vidrio de la ventana.
Je!.
BUAAAAAAAAAAAAAAAAA!!!
Nunca tuve uno, ni eso ni un Zegelín...
que amarretes que son algunos...
Piusix, yo tenia uno rojo y no se donde quedo... Que placer reventarle una bombita de agua a alguien jajjaja. Besooote
Caro, no lloreeeees. Yo tampoco tuve un zegelin, que era medio embolante porque era para cortar telgopor. Beso ¿que tal la nota?
NOOOOO!!!
Me muero!! Mi bombero loco era rojo y el de mi hermano era azul.
Igual mi mascota preferida era Goma-Goma.
Besos
Recuerdo perfectamente mi bombero loco. Al igual que el Pupinauta.
Muy bueno tu blog ochentoso.
La década del video clip: Eurythmics, Madonna, Cindy Lauper, Human League, Culture Club, Grace Jones... todo nació ahí!
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