LOS GALANCITOS Darín y Carlín, un binomio que hizo suspirar a la platea femenina de los ochenta.
Qué lindo que es estar en Mar del Plata... Estrofa que habrán entonado Ricardo Darín y Carlos Calvo, mientras veían cómo se engrosaba su cuenta bancaria. Claro, eran años en que el éxito les mostraba su cara más visible. Afortunados en todo sentido: en el amor, todo bien, Susana y Luisina los acompañaban a sol y a sombra, las obras teatrales que protagonizaban destrozaban la taquilla y los proyectos televisivos les explotaban en las manos.
Qué lindo que es estar en Mar del Plata... Estrofa que habrán entonado Ricardo Darín y Carlos Calvo, mientras veían cómo se engrosaba su cuenta bancaria. Claro, eran años en que el éxito les mostraba su cara más visible. Afortunados en todo sentido: en el amor, todo bien, Susana y Luisina los acompañaban a sol y a sombra, las obras teatrales que protagonizaban destrozaban la taquilla y los proyectos televisivos les explotaban en las manos.
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