AMOR AUTOADHESIVO Durante los 80s, los stickers que rezaban "I love..." fueron los protagonistas de las lunetas, las ventanas, los cuadernos y cualquier superficie que admitiera su pegajosidad. Revivimos esa furia.
Obleas en blanco, letras negras y un corazón rojo furioso que expresaba el amor por cualquier cosa. Los calcos que rezaban "I love..." marcaron la mitad de la década y se refiririeron a un sinfin de localidades, actividades, personas, etc. Todos pegamos la superficie adhesiva sobre algún espacio de visualización permanente y promocionamos, casi sin darnos cuenta, una parafernalia de pavadas sin sentido. Modas, que le dicen.
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