viernes, 24 de abril de 2009

LA BEBOTA Adriana Brodsky encarnó uno de los personajes más aclamados de la era Olmedo. Le volaba la cabeza al Manosanta y a los miles que la miraban por TV. Nadie se arriesgaría a decir que tiene 53 años, una hija de 19 y un varón de 17. Está sola y mantiene la belleza que la consagró en 1982, cuando hizo la publicidad de Hitachi, censurada tras dos días de emisión por exhibir a una Adriana Brodsky en tanga. El comercial tuvo que ser modificado y tras la aprobación del organismo censor, volvió a ser emitido, pero con curvas más recatadas enfundadas en brillante minishort. Una de las colas más aclamadas de los ochenta, la modelo de escasa delantera pero generosa retaguardia, ingresó al team de las chicas Olmedo y dio el paso consagratorio. Brilló en cine y TV a finales de la década y tras la muerte del rosarino desapareció y se dedicó a la maternidad. Más allá de lo que muchos piensan, la inocente veinteañera trabajó con el cómico tan sólo dos años, que la marcaron para siempre. Incursionó en cable y se retocó la nariz, pero nunca repitió aquel suceso, cuando solía sollozar :
Maestro, maestro, soy horribleee...

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